La memoria de Shakespeare
Estilo y técnica
En «La memoria de Shakespeare», Borges se revela como un maestro de la orfebrería verbal, donde cada frase está pulida y cargada de trasfondo filosófico. Su lenguaje es refinado, contenido y a la vez rico en alusiones que remiten a la cultura, la historia y la literatura universales. El autor utiliza con virtuosismo metáforas y paradojas, creando una atmósfera en la que la frontera entre realidad e imaginación es siempre incierta. La estructura del relato recuerda a un laberinto, donde la narración avanza pausadamente, las reflexiones del protagonista se entrelazan con recuerdos y sueños, y la trama se construye sobre un delicado juego de identidades y memoria. Borges entreteje en el texto citas, ecos de motivos shakesperianos y meditaciones filosóficas sobre la esencia de la personalidad, el tiempo y la inmortalidad, convirtiendo el relato en un enigma intelectual donde cada palabra resuena en las profundidades de la conciencia del lector.
