Otelo
Estilo y técnica
La tragedia «Otelo» de William Shakespeare está escrita en el estilo característico del autor, que combina un lenguaje poético con una tensión dramática. Shakespeare utiliza verso blanco, lo que le da musicalidad y ritmo a la obra. El lenguaje de la obra está lleno de metáforas, símbolos y alegorías, lo que permite una exploración más profunda de las emociones internas de los personajes. Uno de los recursos literarios clave es la ironía dramática, especialmente en relación con el personaje de Yago, cuyas verdaderas intenciones están ocultas para los demás personajes. La estructura de la obra es clásica para las tragedias de Shakespeare: consta de cinco actos, donde la exposición, el nudo, el clímax, el desenlace y la catástrofe se suceden, creando tensión y conduciendo a un desenlace trágico inevitable. Los diálogos están llenos de contrastes emocionales, lo que resalta el conflicto entre los personajes y aumenta el dramatismo de los acontecimientos.
