¡Absalón, Absalón!
Estilo y técnica
La novela «¡Absalón, Absalón!» de William Faulkner se caracteriza por una estructura narrativa compleja y multifacética. Faulkner utiliza la técnica del flujo de conciencia, lo que permite una exploración más profunda de los pensamientos y sentimientos de los personajes. El lenguaje de la obra está lleno de oraciones largas y elaboradas, que a menudo incluyen numerosas construcciones insertadas y desviaciones de la línea narrativa principal. El autor emplea activamente el simbolismo y las alusiones, refiriéndose a temas bíblicos y mitológicos, lo que otorga al texto una profundidad y significado adicionales. Una característica importante es el uso de diferentes puntos de vista: la historia se cuenta a través de la percepción de varios personajes, creando un efecto de mosaico y permitiendo al lector ver los eventos desde diferentes ángulos. Faulkner también experimenta con los marcos temporales, a menudo rompiendo la secuencia cronológica de los eventos, lo que requiere del lector atención y participación activa en la reconstrucción de la trama.
