La Casa con el Mezzanine
Estilo y técnica
«La Casa con el Mezzanine» se caracteriza por un estilo impresionista muy marcado. Chéjov presta especial atención al mundo interior de los personajes, su psicología y experiencias sensoriales. El lenguaje del relato está impregnado de lirismo, y se observa un uso magistral de los paisajes para crear una atmósfera especial. La estructura del relato está diseñada para que el lector pueda sumergirse gradualmente en las reflexiones y emociones del protagonista, lo que es característico del impresionismo. En el texto se utilizan activamente símbolos y metáforas que subrayan la dualidad de los sentimientos de los personajes principales y la antítesis entre el mundo de la naturaleza y el mundo de las pasiones humanas. Una característica del estilo es también la expresión no verbal de las emociones a través del comportamiento y los atributos externos de los personajes, lo que permite al lector comprender más profundamente su mundo interior.
