Todo lo que hay en la Tierra debe perecer
Estilo y técnica
En «Nuevo Babilonia», Michel Bussi construye la narración con una precisión exquisita, combinando la dinámica del thriller con la sofisticación de la novela histórica. Su lenguaje está impregnado de imágenes, metáforas y sutiles alusiones, lo que confiere al texto una atmósfera particular de misterio y tensión. El autor maneja con destreza los cambios de planos temporales, entrelazando ecos de antiguos mitos y leyendas en la trama contemporánea, lo que genera una sensación de profundidad y complejidad. La estructura de la novela recuerda a un laberinto intrincado: los capítulos se alternan, desvelando el destino de los personajes desde distintas perspectivas, mientras la intriga avanza de forma gradual, manteniendo al lector en constante suspense. Bussi juega con maestría con los detalles, permitiendo que cada elemento narrativo adquiera un significado simbólico, y los diálogos están llenos de viveza y autenticidad psicológica. Los recursos literarios —desde los flashbacks hasta las líneas argumentales paralelas— no solo sostienen el ritmo, sino que también crean una poética singular del enigma, donde cada palabra y cada insinuación forman parte de un todo coherente.
