El efecto Lucifer: El porqué de la maldad
Metodología y conclusiones
Philip Zimbardo en su libro «El efecto Lucifer: El porqué de la maldad» utiliza una metodología basada en el famoso experimento de la prisión de Stanford que llevó a cabo en 1971. En este experimento, los voluntarios fueron divididos en dos grupos: guardias y prisioneros, y colocados en un entorno carcelario artificial. El experimento estaba planeado para durar dos semanas, pero fue interrumpido a los seis días debido a la extrema crueldad y deshumanización mostrada por los participantes. Zimbardo analiza cómo los roles sociales, las dinámicas grupales y las estructuras institucionales pueden influir en el comportamiento de las personas, convirtiendo a individuos comunes y morales en aquellos capaces de actos crueles e inmorales. La conclusión principal del libro es que el contexto y la situación pueden influir fuertemente en el comportamiento humano, y que el mal a menudo surge no por rasgos individuales, sino por factores y circunstancias externas.
