La importancia de llamarse Ernesto
Estilo y técnica
La obra «La importancia de llamarse Ernesto» de Oscar Wilde es un brillante ejemplo de comedia de modales, donde el autor utiliza magistralmente el ingenio y la sátira para criticar a la sociedad victoriana. El estilo de Wilde se caracteriza por su elegancia y ligereza, lleno de paradojas y aforismos que hacen los diálogos vivos y memorables. El lenguaje de la obra es rico y variado, con elementos de ironía y sarcasmo, lo que permite al autor destacar la ridiculez y superficialidad de las normas sociales de la época. Recursos literarios como el juego de palabras, los calambures y las alusiones se utilizan activamente para crear un efecto cómico y resaltar la dualidad de los personajes. La estructura de la obra es clásica para las comedias: consta de tres actos, donde el planteamiento, el clímax y el desenlace se suceden, manteniendo la dinámica y el interés del espectador. Wilde construye hábilmente la trama alrededor de malentendidos e identidades falsas, lo que lleva a situaciones inesperadas y divertidas que revelan los verdaderos motivos y caracteres de los protagonistas.
