La telaraña de Carlota

Estilo y técnica

El estilo de E.B. White en «La telaraña de Carlota» se caracteriza por su simplicidad y claridad, lo que lo hace accesible para los niños. El lenguaje del libro está lleno de descripciones y metáforas que ayudan a crear una imagen vívida y colorida de la vida en la granja. El autor utiliza diálogos para revelar los caracteres de los personajes y sus relaciones. Recursos literarios como la personificación juegan un papel clave, dando vida a los animales y dotándolos de cualidades humanas. La estructura del relato es lineal, con un claro inicio, desarrollo y clímax, lo que facilita la comprensión de la trama. White también utiliza elementos de humor y momentos emocionales para mantener la atención del lector y provocar su empatía.