La casa con la veranda de cristal ciega
Estilo y técnica
El estilo de Herbjørg Wassmo en «La casa con la veranda de cristal ciega» se caracteriza por una contención poética y una intensidad emocional conmovedora. El lenguaje de la obra es conciso, pero está cargado de tensión interna, como si cada palabra llevara la huella del dolor y la esperanza de la protagonista. La autora utiliza con maestría el monólogo interior, permitiendo al lector adentrarse en los rincones más íntimos de la conciencia de Tora, la protagonista, y sentir sus miedos, su soledad y su anhelo de luz. Wassmo recurre a la simbología y a imágenes metafóricas: la veranda ciega de cristal no es solo un detalle arquitectónico, sino también una metáfora de la vulnerabilidad y la transparencia del alma humana. La estructura de la novela es fragmentaria, la narración alterna recuerdos, sueños y realidad, creando una sensación de inestabilidad y fragilidad en el mundo de Tora. Los recursos literarios —la repetición, el diálogo interior, los bruscos cambios de perspectiva— subrayan la profundidad psicológica y el dramatismo del relato. Wassmo logra unir la áspera naturaleza del norte con el mundo interior de la protagonista, creando una atmósfera en la que cada detalle está cargado de significado simbólico y fuerza emocional.
