Cien años
Estilo y técnica
El estilo de Herbjørg Wassmo en «Cien años» se distingue por una delicada poética y una emocionalidad contenida, donde cada frase está impregnada de tensión interna y profunda humanidad. El lenguaje de la obra está lleno de imágenes de la naturaleza del norte, es conciso pero expresivo, como el aliento del viento sobre los paisajes ásperos de Noruega. La autora utiliza magistralmente el monólogo interior, permitiendo al lector penetrar en los pensamientos más íntimos de las protagonistas, y recurre a una estructura fragmentaria en la narración, donde el tiempo y el espacio se entrelazan en un solo tejido de memoria. Los recursos literarios de Wassmo incluyen la alternancia de voces, transiciones suaves entre generaciones y la simbología de los detalles cotidianos, que crean una atmósfera de autenticidad y complicidad. La estructura de la novela recuerda un mosaico, donde los episodios individuales se unen en una saga familiar polifónica, y los motivos e imágenes recurrentes enlazan los destinos de las mujeres en una sola narración sobre la fuerza, la vulnerabilidad y la continuidad.
