¿Quién mató a Palomino Molero?
Estilo y técnica
El estilo de Mario Vargas Llosa en «¿Quién mató a Palomino Molero?» se distingue por su refinada sencillez y precisión, donde cada palabra está medida con esmero. El lenguaje de la obra está impregnado de diálogos vivos, llenos del colorido de la provincia peruana, en los que el habla de los personajes refleja tanto su posición social como su mundo interior, sus pasiones y temores ocultos. El autor utiliza magistralmente la ironía y una sutil sátira para desnudar la hipocresía social, y los detalles de la vida cotidiana y la naturaleza se integran en la narración, creando la atmósfera calurosa y polvorienta del pueblo donde se desarrolla la tragedia. Los recursos literarios de Vargas Llosa incluyen la alternancia de puntos de vista y transiciones fluidas entre monólogos internos y acontecimientos externos, lo que aporta profundidad y capas al relato. La estructura de la novela sigue el modelo clásico de la novela policial, donde la investigación del crimen sirve de pretexto para reflexionar sobre la naturaleza humana, la pasión, el honor y los prejuicios. Vargas Llosa entreteje en la narración elementos del folclore, leyendas y supersticiones locales, dotando a la novela de autenticidad y poesía, mientras que las descripciones concisas y la atmósfera tensa mantienen al lector en constante expectativa del desenlace.
