La Bella Durmiente
Estilo y técnica
«La Bella Durmiente» de Charles Perrault está escrita en el estilo de un cuento clásico, característico de la literatura francesa del siglo XVII. El lenguaje de la obra es simple y elegante, lo que la hace accesible a un amplio público, incluidos los niños. Perrault utiliza elementos tradicionales de los cuentos de hadas, como la magia, los hechizos y las hadas, para crear una atmósfera de un mundo maravilloso y misterioso. Los recursos literarios incluyen el uso de simbolismo y alegoría, donde el sueño y el despertar de la protagonista simbolizan la transición de la niñez a la vida adulta. La estructura del relato es lineal y está claramente organizada: introducción, desarrollo de los eventos, clímax y desenlace. Perrault también utiliza una moraleja al final de la historia, lo que es una característica distintiva de sus cuentos, subrayando la importancia de la paciencia y la virtud. La descripción de los personajes y eventos es concisa pero expresiva, lo que permite al lector imaginar fácilmente lo que sucede. En general, el estilo de Perrault combina simplicidad y elegancia, creando una historia eterna y educativa.
