Todos eran mis hijos
Contexto histórico y significado
«Todos eran mis hijos» de Arthur Miller es una obra que se estrenó por primera vez en 1947 y se convirtió en una de las piezas clave de la dramaturgia estadounidense. Explora temas de responsabilidad moral, relaciones familiares y las consecuencias de la guerra. La acción de la obra se desarrolla en la América de la posguerra y aborda cuestiones de ética y responsabilidad personal en los negocios. Su significado histórico radica en su crítica al sueño americano y los valores capitalistas, lo que provocó un amplio impacto social. Su influencia cultural se manifiesta en que la obra se ha convertido en un clásico del teatro estadounidense y sigue representándose en escenarios de todo el mundo, continuando con la discusión de importantes cuestiones sobre moralidad y responsabilidad.
