El Gólem
Estilo y técnica
La novela «El Gólem» de Gustav Meyrink está escrita en un estilo de realismo mágico, donde la realidad se entrelaza con el misticismo y la fantasía. El lenguaje de la obra está lleno de simbolismo y alegorías, lo que le da al texto una profundidad y complejidad. El autor utiliza metáforas y imágenes complejas, creando una atmósfera de misterio y tensión. Los recursos literarios incluyen el uso frecuente de sueños y visiones, que juegan un papel clave en el desarrollo de la trama y en la revelación del mundo interior de los personajes. La estructura del relato es no lineal, con numerosos flashbacks y cambios de perspectiva narrativa, lo que refuerza la sensación de irrealidad de los acontecimientos. Meyrink transmite magistralmente la atmósfera del gueto de Praga, utilizando descripciones detalladas y creando una sensación de encierro y claustrofobia.
