La chica que amaba a Tom Gordon
Estilo y técnica
En el libro «La chica que amaba a Tom Gordon», Stephen King utiliza un estilo que combina elementos de thriller psicológico y drama de aventuras. El lenguaje de la obra está lleno de detalles que ayudan a crear una atmósfera de tensión y aislamiento. King utiliza magistralmente el monólogo interior de la protagonista para transmitir sus miedos, esperanzas y luchas internas. Los recursos literarios incluyen simbolismo, donde el jugador de béisbol Tom Gordon se convierte en un símbolo de esperanza y fuerza para la niña. La estructura del relato es lineal, pero rica en flashbacks que revelan la historia de la protagonista y su relación con la familia. La descripción de la naturaleza y el entorno juega un papel importante, creando una sensación tanto de belleza como de peligro en el bosque donde la protagonista se pierde. King también utiliza elementos de suspense para mantener el interés y la tensión a lo largo de toda la narración.
