Un artista del mundo flotante
Estilo y técnica
La novela «Un artista del mundo flotante» de Kazuo Ishiguro se distingue por un estilo refinado y contenido, característico del autor. El lenguaje es conciso pero rico en detalles que recrean la atmósfera del Japón de la posguerra. Ishiguro emplea la narración en primera persona, lo que permite una inmersión profunda en el mundo interior del protagonista, el pintor Masuji Ono. La estructura de la novela es no lineal: la narración se entrelaza con recuerdos que poco a poco revelan el pasado del protagonista y sus conflictos internos. Recursos literarios como la retrospección y el narrador poco fiable son clave para crear la complejidad del relato. Ishiguro transmite con maestría los temas de la memoria y la responsabilidad, explorando cómo los acontecimientos personales e históricos influyen en la percepción de la realidad y la autoestima del protagonista. La atmósfera de incertidumbre y ambigüedad, reflejada en el título, impregna todo el texto y subraya la complejidad y ambivalencia de la vida y el arte.
