El gigante enterrado
Estilo y técnica
La novela «El gigante enterrado» de Kazuo Ishiguro se distingue por un estilo único que combina elementos de fantasía y prosa histórica. El lenguaje de la obra se mantiene en un estilo contenido y lacónico, característico de Ishiguro, y crea una atmósfera de misterio y enigma. El autor utiliza un léxico arcaico y recursos estilísticos para transmitir el espíritu de la época y el lugar de la acción: Gran Bretaña tras la partida de los romanos. Los recursos literarios incluyen simbolismo y alegoría, que Ishiguro utiliza para explorar temas de memoria, olvido y perdón. La estructura del relato es no lineal, con frecuentes flashbacks y cambios de perspectiva, lo que permite una inmersión más profunda en el mundo interior de los personajes y sus relaciones. Los diálogos en el libro a menudo están llenos de subtexto y ambigüedad, lo que resalta la complejidad de las emociones y relaciones humanas. Ishiguro crea magistralmente una atmósfera de incertidumbre y tensión, haciendo que el lector reflexione sobre la naturaleza de la memoria y su influencia en la personalidad y la sociedad.
