Nuestra Señora de París
Estilo y técnica
«Nuestra Señora de París» de Victor Hugo es un destacado ejemplo del romanticismo, caracterizado por la magnitud de la acción y una profunda inmersión en la historia de Francia y París del siglo XV. El autor utiliza activamente un estilo descriptivo, creando así una imagen vívida y diversa de la época. El lenguaje de la obra está lleno de metáforas, alegorías y símbolos, lo que le otorga al texto una expresividad y profundidad especiales. Hugo entrelaza magistralmente reflexiones filosóficas y sociales en la trama, haciéndola no solo entretenida, sino también multifacética. La estructura del relato es bastante compleja: entrelazamiento de los destinos de los personajes, numerosos episodios, cambio de puntos de vista, descripciones detalladas de la arquitectura de la catedral, que actúa no solo como un decorado, sino como un participante pleno en los eventos, influyendo en su curso y en el desarrollo de los personajes. Las descripciones épicas y la dinámica de los eventos crean una atmósfera única, sumergiendo al lector en la época de los eventos descritos.
