El coronel no tiene quien le escriba
Estilo y técnica
En el libro «El coronel no tiene quien le escriba», Gabriel García Márquez utiliza un estilo minimalista y lacónico que resalta la atmósfera de desesperanza y espera. El lenguaje de la obra es simple y contenido, lo que intensifica el sentimiento de soledad y desesperación del protagonista. Márquez utiliza magistralmente el simbolismo, como el gallo como símbolo de esperanza y resistencia. La estructura del relato es lineal, con un enfoque en las experiencias internas del coronel y su esposa, lo que permite una revelación más profunda de sus caracteres y estado emocional. El autor también emplea elementos de realismo mágico, creando la sensación de que el tiempo en la obra parece detenido, reflejando la interminable espera de la carta que nunca llega.
