La Cruz Ardiente
Estilo y técnica
En «La Cruz Ardiente» de Diana Gabaldon, el estilo narrativo se caracteriza por un detallado trabajo del contexto histórico y una profunda inmersión en la época. La autora utiliza un lenguaje rico y expresivo que ayuda a crear descripciones vívidas de la naturaleza y la vida cotidiana de ese tiempo. Los recursos literarios incluyen el uso frecuente de diálogos que revelan los caracteres de los personajes y sus relaciones. La estructura del relato es no lineal, con numerosos flashbacks y líneas argumentales paralelas, lo que permite una comprensión más profunda de los motivos y experiencias de los personajes. Gabaldon también emplea monólogos internos y descripciones detalladas de emociones, lo que hace que los personajes sean más complejos y realistas.
