Madame Bovary
Estilo y técnica
«Madame Bovary» de Gustave Flaubert se caracteriza por su realismo en la representación de la vida en la provincia francesa de mediados del siglo XIX. Flaubert trabaja meticulosamente la psicología de los personajes, describiendo detalladamente su mundo interior y sus conflictos. Se pone especial énfasis en la detallada descripción de escenas cotidianas, que ayudan al lector a sumergirse en la atmósfera de la época. Flaubert utilizó la técnica del discurso indirecto libre, lo que le permitió narrar desde la perspectiva de la protagonista, Emma Bovary, mostrando el mundo a través de sus ojos, sus pensamientos y sentimientos. El autor también prestó atención a la crítica de las normas y la moral de la sociedad de su tiempo, expresando sus reflexiones en las páginas de la novela y creando la imagen de una protagonista insatisfecha con su vida y soñadora de un amor apasionado. El estilo de Flaubert se distingue por su precisión y exactitud en la elección de palabras, lo que ha sido una de las razones de las numerosas discusiones y estudios de sus obras.
