El último magnate
Estilo y técnica
La novela «El último magnate» de Francis Scott Fitzgerald se distingue por su estilo refinado y elegante, característico del autor. El lenguaje de la obra está lleno de metáforas y simbolismo, lo que permite una comprensión más profunda de la psicología de los personajes y la atmósfera de Hollywood en los años
1.Fitzgerald utiliza construcciones sintácticas complejas y descripciones exquisitas para transmitir el mundo interior de los personajes y sus experiencias. Recursos literarios como el flujo de conciencia y los flashbacks ayudan a crear una narrativa en capas y a revelar el trasfondo de los personajes. La estructura de la novela es fragmentaria, lo que se debe a la inconclusión de la obra por la muerte del autor. Sin embargo, incluso en su estado inconcluso, la novela demuestra la maestría de Fitzgerald en la creación de personajes complejos y multifacéticos, así como su capacidad para reflexionar críticamente sobre el sueño americano y el mundo de la industria cinematográfica.
