La monja
Estilo y técnica
La novela «La monja» de Denis Diderot está escrita en forma de narrativa epistolar, lo que le confiere intimidad y verosimilitud. El estilo de Diderot se caracteriza por su claridad y sencillez, permitiendo al lector seguir fácilmente la trama y empatizar con las vivencias de la protagonista. El lenguaje de la obra está lleno de descripciones emocionales que ayudan a transmitir el mundo interior y los sufrimientos de Suzanne Simonin. Los recursos literarios incluyen el uso de diálogos y monólogos internos, lo que intensifica el dramatismo y la tensión. La estructura de la novela es lineal, lo que facilita la revelación gradual del carácter de la protagonista y su evolución en las condiciones de la vida monástica. Diderot utiliza magistralmente los contrastes entre la aparente calma del convento y las tormentas internas que vive Suzanne para subrayar el tema de la libertad y la represión de la personalidad.
