Charlie y el gran ascensor de cristal

Estilo y técnica

Roald Dahl en el libro «Charlie y el gran ascensor de cristal» continúa desarrollando su estilo único, que combina elementos de fantasía, humor y sátira. El lenguaje de la obra es simple y accesible, lo que lo hace atractivo para los niños, pero al mismo tiempo está lleno de detalles juguetones e ingeniosos que también pueden apreciar los adultos. Dahl utiliza imágenes y metáforas vívidas y memorables, creando una atmósfera de magia y aventuras. La estructura del relato es lineal, pero está llena de giros inesperados y escenas dinámicas que mantienen el interés del lector. El autor utiliza magistralmente los diálogos para revelar los caracteres de los personajes y dar vida al texto. En el libro hay elementos de absurdo y grotesco que subrayan la naturaleza fantástica de los acontecimientos y permiten al autor explorar temas de la naturaleza humana y la moral. Dahl también emplea técnicas de hipérbole e ironía para resaltar los aspectos cómicos y críticos de la trama. Su estilo se caracteriza por la ligereza y la naturalidad, lo que hace que la lectura sea entretenida y cautivadora. En general, «Charlie y el gran ascensor de cristal» demuestra la maestría de Roald Dahl en la creación de historias fascinantes y educativas que siguen siendo relevantes y queridas por muchas generaciones de lectores.