Un pequeño truco de la mente
Estilo y técnica
La novela «Un pequeño truco de la mente» de Mitch Cullin se caracteriza por su profundo enfoque psicológico y atención al detalle. El autor utiliza un estilo narrativo tranquilo y pausado que resalta las experiencias internas del protagonista, Sherlock Holmes, en sus años de vejez. El lenguaje de la obra es rico y expresivo, con un énfasis en los monólogos internos y reflexiones del personaje. Cullin emplea hábilmente los flashbacks para revelar el pasado de Holmes y sus asuntos inconclusos, creando una estructura narrativa en capas. Recursos literarios como el simbolismo y las metáforas ayudan a transmitir los temas de envejecimiento, memoria y pérdida. La estructura del relato es no lineal, lo que permite al lector sumergirse gradualmente en el mundo de los recuerdos y las experiencias presentes de Holmes, creando una atmósfera de introspección y nostalgia.
