Mamá se equivoca
Estilo y técnica
El estilo de Michel Bussi en «Mamá se equivoca» se distingue por su sencillez refinada y una aguda observación psicológica. Su lenguaje es transparente pero cargado de matices, permitiendo al lector sentir la atmósfera inquietante y el mundo interior de los personajes. El autor utiliza magistralmente los monólogos internos para transmitir la percepción infantil del mundo, alternando la narración desde diferentes puntos de vista y creando así una polifonía y una intriga tensa. Los recursos literarios de Bussi se basan en el juego con la memoria, las pistas falsas y los giros inesperados, lo que otorga a la estructura de la novela un carácter mosaico y dinámico. La trama se desarrolla poco a poco, como un ovillo que se desenreda con cada capítulo, y los detalles que parecen insignificantes adquieren sentido al final. El autor entreteje hábilmente simbolismos y metáforas en la narración, subrayando la fragilidad de la mente infantil y la complejidad del mundo adulto. Así, la novela adquiere una profundidad especial, donde cada palabra y cada imagen contribuyen a una composición única, tensa y llena de capas.
