Un hombre muerto en Deptford
Estilo y técnica
Anthony Burgess en el libro «Un hombre muerto en Deptford» entrelaza magistralmente la veracidad histórica con la ficción artística, creando la atmósfera de la época de Isabel I. Su estilo abunda en arcaísmos y giros elaborados, sumergiendo al lector en el mundo del siglo XVI. El lenguaje de la obra está lleno de metáforas y alusiones, reflejando la complejidad y la multifacética naturaleza humana. Burgess utiliza técnicas de retrospección y monólogo interior para revelar el mundo interior de los personajes, especialmente de Christopher Marlowe. La estructura del relato es no lineal, lo que permite al autor moverse libremente en el tiempo y el espacio, creando una narración multifacética donde los eventos históricos se entrelazan con los dramas personales de los héroes. Esto le da a la obra profundidad y volumen, convirtiéndola no solo en una novela histórica, sino también en una reflexión filosófica sobre el destino y la creatividad.
