Fantasmas
Estilo y técnica
La novela «Fantasmas» de Paul Auster es parte de su famosa «Trilogía de Nueva York» y se distingue por su estilo y técnica únicos. La estructura del relato se construye alrededor de una trama detectivesca que gradualmente se transforma en una exploración filosófica de la identidad y la percepción. Auster utiliza un lenguaje minimalista que resalta la atmósfera de misterio e incertidumbre. Los personajes están designados por colores, lo que crea un efecto de abstracción y universalidad, permitiendo al lector centrarse en sus acciones y pensamientos, en lugar de en sus personalidades. Los recursos literarios incluyen elementos de metaprosa, donde las fronteras entre la realidad y la ficción están difuminadas, así como el uso frecuente del monólogo interior, lo que permite una mayor penetración en la psicología de los personajes. Auster juega magistralmente con las expectativas del género, creando tensión e intriga, pero al mismo tiempo incitando al lector a reflexionar sobre cuestiones filosóficas más profundas. La composición de la novela es lineal, pero está llena de simbolismo y alusiones, lo que la convierte en una obra compleja y significativa.
