El Diario del Diablo
Estilo y técnica
En «El Diario del Diablo», Leonid Andréyev utiliza un lenguaje complejo y rico, lleno de reflexiones filosóficas y análisis psicológicos. El estilo de la obra puede describirse como expresionista, con elementos de simbolismo y modernismo. El autor emplea activamente monólogos internos y flujo de conciencia, lo que permite una mayor penetración en los pensamientos y sentimientos de los personajes. Los recursos literarios incluyen alegorías, metáforas y símbolos que destacan los temas del bien y el mal, la libertad y la predestinación. La estructura del relato es fragmentaria, reflejando el caos y la multiplicidad de percepciones del mundo del protagonista. Andréyev también utiliza contrastes y paradojas para intensificar el efecto dramático y crear tensión.
